EL RECREO

Murió vocalista de Roxette.

En el escenario Marie Fredriksson derrochaba una energía imparable. Junto a Per Gessle se convirtió en una estrella del pop y el rock, y en los conciertos era capaz de mantener la adrenalina en los niveles más altos, incluso cuando interpretaba esas baladas que le dieron la vuelta al mundo.

En sus inicios acarició entre sus gustos un poco del punk y el rock que llegaba a Suecia de Inglaterra y Estados Unidos, pero gracias a una idea muy clara de cantar, tocar y dominar un escenario, poco a poco fue ganando terreno como estrella musical.

Sin embargo, no fue un camino fácil, ya que en ese proceso tuvo que lidiar con la muerte de su hermana Anna-Lisa en un accidente de tránsito.

Marie nunca pudo recuperarse del todo de esa pérdida, pero llevó todo el dolor y toda la fortaleza hacia la carrera musical. De la pequeña escena roquera sueca se abrió paso con Per Gessle a los mercados del mundo y Roxette explotó en una deliciosa mezcla de rock y pop pegajoso, y musicalmente muy sólido.

Fue el 11 de septiembre de 2002 cuando de un momento a otro se sintió mal y se desmayó en su casa. Los exámenes revelaron que tenía un tumor en el cerebro. Una operación, sumada a un largo tratamiento de recuperación fue el primer round que la cantante ganó en una pelea larga y dolorosa contra el cáncer. Tuvo que comenzar de cero.

“En el escenario me siento segura”, recordaba una vez la intérprete de 61 años, cuya partida dejó en shock a millones de fanáticos el 9 de diciembre de este año, en una lucha que al final perdió pero que llevó con fuerza y, sobre todo, con música.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

X