El viernes, 10 de noviembre, el reconocido cantante Jessi Uribe protagonizó un episodio que dejó a muchos de sus fanáticos sumidos en la molestia y la decepción. El esperado concierto en el Movistar Arena de Bogotá, programado para comenzar a las 8:00 de la noche, se vio envuelto en un halo de incertidumbre cuando las manecillas del reloj avanzaron hasta las 10:00 de la noche y el escenario permanecía vacío.

Desde las 5:00 de la tarde, los seguidores del artista se congregaron en el Movistar Arena, uno de los escenarios más destacados del país, ansiosos por presenciar un evento histórico para Jessi Uribe. Sin embargo, la paciencia de la multitud se agotó cuando la hora programada para el inicio del concierto llegó y Jessi Uribe brillaba por su ausencia.

El malestar entre los asistentes se hizo patente en las redes sociales a medida que avanzaba la noche. A las 9:30 de la noche, los comentarios denunciaban la falta de respeto hacia el público por parte del cantante. La espera prolongada desencadenó la frustración de los seguidores, quienes no dudaron en expresar su descontento en plataformas digitales.

Finalmente, a las 10:00 de la noche, Jessi Uribe hizo su entrada al escenario, aparentemente nervioso por la situación. Ante la tensión palpable en el aire, decidió detenerse para tomarse un trago de aguardiente, confesando sus nervios y agradeciendo la presencia de los asistentes.

A pesar de la impuntualidad, el artista logró cautivar al público con un espectáculo que incluyó la participación de su padre, Fernando Uribe, sus mariachis y su esposa Paola Jara.

tomado de Blu radio.

foto archivo internet,