El director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud, Hans Kluge, advirtió que la llegada de la temporada de verano con “reuniones masivas, festividades y fiestas” puede acelerar los contagios con la viruela del mono.

A esto se suma el aumento de monitoreo de la enfermedad en el mundo, lo que inevitablemente puede causar que se encuentren más contagios en distintos países del mundo.

Kluge destacó que la mayoría de los contagios registrados en Europa son leves y que los infectados se recuperan en pocas semanas sin deber someterse a un tratamiento, pero la enfermedad puede ser más grave en mujeres embarazadas, niños pequeños y personas inmunodeprimidas.

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