Pintura letal
Aunque existe un amplio reconocimiento de los efectos nocivos del plomo y muchos países han tomado medidas, la exposición al plomo, particularmente en la infancia, sigue siendo una “preocupación” para los sistemas sanitarios de todo el mundo. Y es que, las pinturas que contienen altos niveles de plomo siguen estando ampliamente disponibles y se emplean en muchos países con fines decorativos, a pesar de que ya existen alternativas que no contienen plomo adicional.
“El plomo tiene consecuencias devastadoras para nuestra salud y en particular para la salud de nuestros niños, causando discapacidades intelectuales de por vida”, ha dicho la directora del Departamento de Salud Pública que se ocupa de los factores sociales y ambientales, en la OMS en Ginebra, Maria Neira.
Al mismo tiempo, la ONU ha alertado de que la pintura con plomo en descomposición puede contaminar el suelo o el polvo, lo que significa que los niños pequeños también pueden ingerirla mientras juegan en el suelo. Y es que, el plomo se almacena en los dientes y huesos y se acumula con el tiempo, afectando múltiples sistemas del cuerpo. Se distribuye al cerebro, hígado, riñón y huesos. A medida que el sistema nervioso de los niños pequeños aún se está desarrollando, pueden absorber hasta cinco veces más plomo que los adultos.
“El plomo perjudica el desarrollo cerebral infantil, lo que podría conducir a un coeficiente intelectual reducido. También dará lugar a cambios de comportamiento, como la reducción de la capacidad de atención, el aumento del comportamiento antisocial y, a veces, incluso el logro educativo reducido. Los impactos pueden extenderse hasta la edad adulta”, ha puntualizado el experto.