Finn Gnat, un alemán de 18 años, se enteró que había contraído el nuevo coronavirus a mediados de abril. Sus padres lo contagiaron luego de un crucero por el río en Austria. Días después de haber superado el cuadro clásico de Covid-19, y cuando pensó que ya había sufrido lo peor, empezó a sentirse agotado y extremadamente sediento. Gnat fue diagnosticado con diabetes tipo 1 en mayo. Para Tim Hollstein, del Hospital Universitario Schleswig-Holstein de Kiel, la aparición repentina de la enfermedad podría estar relacionada con la infección viral que sufrió.

Como Finn Gnat, existen cientos de pacientes alrededor del mundo que han experimentado el mismo caso: diabetes después del Covid-19. Y, aunque de esta enfermedad ya se ha hablado, pues es una de las principales comorbilidades que agravan un cuadro de coronavirus, ahora Paul Zimmet, de la Universidad de Monash en Melbourne, junto con un grupo de expertos, estudia la vulnerabilidad a la diabetes que podrían desarrollar algunos pacientes del nuevo coronavirus. “La diabetes en sí misma es una pandemia al igual que la pandemia de COVID-19. Las dos pandemias podrían estar chocando”, señaló a Nature.

Además de los casos hasta la fecha reportados, los expertos basan sus apreciaciones en varios virus, incluido el SARS, que se han relacionado con afecciones autoinmunes como la diabetes tipo 1. Otra de las pistas, que los ha llevado a sacar esta conclusión preliminar, proviene de un estudio experimental en páncreas que sugiere que el virus podría desencadenar diabetes al dañar las células que controla el azúcar en la sangre.

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