EL RECREO

Cuando se debe utilizar el tapaboca.

Acorde con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso del tapabocas no está recomendado para población general sin síntomas respiratorios. Esta afirmación, en un momento donde la población extrema preocupaciones, y tiene una alta percepción de riesgo, ha generado rechazo de parte de la población general.

La semana pasada, la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN), y días después, la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, expresaron su preocupación por el mal uso del tapabocas por la población general, e insistieron, acorde con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en que su uso no está recomendado para población general sin síntomas respiratorios. Esta afirmación, en un momento donde la población extrema preocupaciones, y tiene una alta percepción de riesgo, ha generado rechazo de parte de la población general. En redes sociales, varias personas se mostraron renuentes a acatar la recomendación e incluso atacaron a las asociaciones científicas. Varios señalaron su preocupación, muy comprensible, porque algunos supermercados estaban exigiendo tapabocas para poder ingresar.

Dentro de las críticas a la recomendación se combinan problemas de interpretación, desinformación, pero también dudas que son legítimas y que los expertos deberían explicar mejor a la población para su comprensión y empoderamiento. También es importante explicar que las consideraciones para hacer recomendaciones en Salud Pública no son exactamente las mismas que para una recomendación a nivel individual. Para la Salud Pública, es importante no sólo considerar la eficacia de una medida (si funciona o no, bajo condiciones controladas), sino también la adaptación a cada contexto, considerando viabilidad, adaptación cultural y riesgos colaterales. Las decisiones se toman en un escenario de incertidumbre, cambiante y no exento del disenso científico. En ese escenario las recomendaciones se basan en la mejor evidencia disponible, pero también en la evaluación de su validez externa a una población particular por consensos de expertos, con una valoración que también tiene dimensiones cualitativas.

En este texto, voy a resumir, primero: los argumentos y hechos científicos para no recomendar su uso en personas sanas reconociendo las preguntas abiertas, segundo, aclararé las confusiones que han generado algunos de los que promueven su uso, discriminando lo que es cierto, de lo que no; tercero: sintetizaré la evidencia sobre la eficacia del uso de tapabocas, y finalmente: haré un llamado a comprender cómo funciona una recomendación en Salud Pública, tratando de llamar a la comprensión entre expertos y población general.

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